En 1990 comencé a coleccionar mi primer álbum de figuritas de fútbol. Yo tenía 7 años y recuerdo claramente lo difícil que me resultó comenzar a completarlo a pesar de que casi todos los días algún adulto me aportaba un paquetito nuevo.
A las pocas semanas, empecé a notar que tenía poquitas figuritas de cada equipo y que no valía la pena poner tanto esfuerzo en conseguir jugadores que realmente no conocía. Entonces me propuse al menos completar el equipo de Rosario Central, en todo caso ese era mi equipo, el único que realmente conocía y tenía importancia para mí.
Entonces cuando me juntaba con mis amigos del barrio, en la escuela e incluso cuando iba a los cumpleaños; me llevaba mi “toquito” de figuritas repetidas para poder intercambiarlas con cualquiera que tuviera algún jugador de Central. A menudo entregaba varias de las mías por solo una de mi equipo, era un alto costo que estaba dispuesto a pagar.
Así conseguí a: José Chamot, Alejandro Lanari, Edgardo Bauza y Marcelo Trivisonno, entre otros; y empecé a completar rápidamente esa página doble, fondeada con los colores azul y amarillo. Mi plan continuaba a paso firme hasta que me encontré con la “figurita difícil”, la 340: David Carlos Nazareno Bisconti, uno de los jugadores más destacados del equipo por ese entonces.
Como les contaba más arriba, los adultos de la familia siempre me ayudaban a cumplir mi objetivo y uno de ellos era mi tía Elisa. Bah, en realidad no era mi tía, era mi tía-abuela, hermana de mi abuela materna, que no había tenido hijos… Continuar leyendo: https://www.wattpad.com/user/TanoRomero
Lic. Comunicación Social
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